Publicado el 26/05/2021

Llegó el momento. Por fin tienes tu proyecto definido y es hora de crear una marca que evoque los valores, ideas y la pasión que has puesto en él. Un paso importante teniendo en cuenta que la primera impresión que causarás en tu audiencia va a ser: tu logo.

Más allá de la estética, un logo debe cumplir ciertos objetivos y, debe evitar algunas características que pueden llegar a difuminar estos objetivos. No queremos empezar el proyecto con mal pie, ¿verdad? Por eso en Suma Thinking Digital hemos preparado un TOP de red flags y green flags que debes tener en cuenta al diseñar un logo. ¡Empezamos!

Red flags: qué debe evitar tu logo

Antes de lanzarnos a ver qué debe contener tu logo, os daremos varios consejos sobre aspectos que más le vale no cumplir si queremos que sea un éxito. Aquí veremos como es importante ser únicos, que el logo sea reproducible y que tenga una tipografía adecuada, entre otros muchos aspectos.

  1. No es un simple dibujo
    Piensa en qué es un logo, no deja de ser la representación gráfica de tu proyecto o empresa o sea que más te vale tratarlo como tu imagen corporativa, porque lo es. Cuidado con quedarse con la primera imagen que nos gusta porque deberás investigar a fondo antes. La cultura está llena de diversa iconografía y ojo, no solo la cultura en la que te mueves. Puede que elijas un símbolo que tenga otras interpretaciones y eso podría jugarte una mala pasada. 

  1. El logo es complicado de reproducir
    Este es uno de los errores que nos pueden salir más caros. Piensa en tu logo: deberás poder ponerlo tanto en una lona gigante como en un bolígrafo. Piensa esto incluso si no tienes previsión de hacerlo porque nunca se sabe. Hay algunos logos que dejan mucho lugar al mensaje y si se hace demasiado pequeño es complicado de ver. Otros que si se amplían se pixelan y pierden calidad. Huye de eso. Piensa que menos es más. Las líneas simples te permitirán usar tu logo en diferentes lugares: la agenda de tus empleados, el letrero de la puerta, el sello de empresa, los membretes de tus documentos…

  1. El logo no es original
    O dicho de otra manera: está copiado. Sabemos que nadie está libre de inspiraciones ajenas y no es algo negativo, al contrario. Puede servirnos para definirnos, buscar referencias del sector, echar un vistazo de las tendencias, etc. pero nunca hemos de dejarnos influir tanto como para realizar una copia con alguna variación. Si quieres inspirarte sin copiar puedes hacer este sencillo ejercicio: no te limites a tener un par o tres de ejemplos que te gusten, busca cuantos más mejor. Al final acabarás por detectar qué es aquello que te gusta qué tienen en común y podrás traducirlo a tu logo de una manera totalmente original.

  1. La tipografía o los colores no son adecuados
    Cuando creas un logo has de elegir la paleta de colores que te represente a ti o a tu empresa. Normalmente se recomienda no usar más de tres colores que deberán complementarse entre sí y no ser excesivamente complicados de encontrar. Así que olvídate de degradados, sombreados, etc. mejor define cada parte del logo con un color. ten en cuenta otro aspecto a la hora de elegir los colores que usarás: utiliza aquellos que se puedan distinguir cuando se pase el logo a blanco y negro. Si usas dos colores muy oscuros prácticamente no se distinguirá si lo haces. Piensa en ello.

Otro aspecto muy característico es la tipografía elegida. Deberá ser legible, profesional, sin letras que puedan ser malinterpretadas y que se relacione directamente con el espíritu de la empresa. Si tu proyecto es muy informal no elegiremos una tipología sobria, por ejemplo, aunque sí una que reúna las características anteriores.

Green flags: qué debe incluir tu logo

Por descarte según los problemas anteriores podemos intuir algunos de los aspectos que sí o sí ha de tener tu logo, pero en esta lista te detallamos algunos más.

  1. Ha de ser simple:
    Haz que sirva para identificar a tu marca, en este post te explicamos cómo crear una marca que enamore, no hace falta que sea una ilustración que cuente el sentido de tu empresa. Piensa que cualquier elemento decorativo extra entorpece su posible reproducción y derivará su atención. Recuerda que menos es más.

  2. Ha de ser fácil de recordar:
    Esta característica deriva de la anterior. Si tu logo es simple será más fácil de recordar y, por tanto, de identificar cada vez que se vea. Piensa, por ejemplo, en el logo de Nike, es simple y fácil de recordar. Tenlo en mente: al final ese es el principal objetivo del mismo.

  3. Ha de representarte:
    A ti, a tu proyecto o a tu empresa, lo que sea. Pero lo que debe ayudarte es a mandar un mensaje concreto y conciso y que se intuya cuál es la personalidad que hay detrás de él. Descarta aquello que no encaje con la imagen de tu marca.

  4. Ha de encajar con tu target:
    Piensa en tu público objetivo a la hora de decantarte por un diseño o por otro. Si tu marca es de productos infantiles hay ciertos colores y tipografía que encajarán mejor que otras. Ese público objetivo será claramente diferente del de un despacho de abogados, por lo que presumiblemente usarán otra paleta de colores, entra en este post para descubrir la psicología del color en el diseño; y otra tipografía.

  5. Ha de durar:
    Con esto no estamos diciendo que no puedas cambiar de logo nunca más, al contrario, pero tampoco que lo hagas cada año. Piensa que el logo ha de representarte e identificarte y este es un trabajo que requiere tiempo. Si lo cambias muy a menudo la gente acabará por no conocerte. Por ese motivo, huye de modas que pueden resultar pasajeras y te harán ver anticuado demasiado pronto, mejor encuentra algo representativo y estable en el tiempo. Eso sí, si tras una reestructuración importante, un tiempo prudencial o un cambio significativo tu logo requiere una actualización, ¡adelante! Y no olvides de vender ese acontecimiento como se merece. 

  6. Ha de ser escalable:
    ¡Piensa que necesitarás reproducir tu logo en tamaños muy diversos! A la hora de decantarte por un diseño es algo que deberás tener en cuenta. Por eso elige formas reconocibles, tipografías claras y mensajes cortos. Huye de los adornos y las partes recargadas. Y no olvides realizar las pruebas que sean necesarias para comprobar que todo se ve cómo ha de ser.

Ya ves que elegir un logo no es una decisión baladí. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, no dudes en contactar con Suma Thinking Digital donde te ayudaremos a construir una marca sólida, coherente y que represente los valores de tu proyecto.

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Merche Arroyes |

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