23/10/2020

Publicado el 23/10/2020

La pandemia del Covid-19 ha supuesto un cambio en nuestro día a día. Meses de confinamiento, horarios, restricciones, uso de mascarilla y gel hidroalcohólico… A nivel laboral muchas son las empresas que han optado por implantar el teletrabajo entre sus empleados. Esta medida, que hasta entonces había sido casi residual, se ha asumido en la gran mayoría de empresas, especialmente aquellas que realizan trabajos de oficina. 

Es el caso de la nuestra, SumaTD, que implementó el teletrabajo días antes de que se decretara el estado de alarma. Desde entonces, los trabajadores trabajan desde sus casas evitando al máximo los desplazamientos y velando por la seguridad de todos. 

Primeros días de teletrabajo

El inicio del teletrabajo fue algo precipitado, dadas las circunstancias excepcionales en las que se produjo. En pocos días los trabajadores pasaron de compartir espacio a tener que montarse una pequeña oficina en casa ¡y en plena pandemia!  

Es el caso de Anna Esteve, Content Editor de SumaTD, para la que teletrabajar supuso un gran cambio en su vida: “Las primeras semanas lo viví con cierta angustia, ya que estaba acostumbrada a ir cada día a la oficina y ver a mis compañeras. Meses después, lo veo con otros ojos y disfruto plenamente de sus ventajas. Además, ahora tengo un nuevo compañero de ‘oficina’: Jose, mi flatmate”.

Al contrario que Anna, Pablo Pedrosa, Solution Manager de la empresa, valoró muy positivamente el teletrabajo en un inicio, ya que le suponía evitar las multitudes en el transporte público y poder arañar más tiempo de sueño. Sin embargo, después no fue lo mismo: “Al mes o así, ya se pasó el buen feeling con el teletrabajo y empecé a agobiarme un poco. Muchas horas delante del ordenador, horas incluso fuera de horario laboral. Se me ocurría una cosa e iba a programarlo o a consultarlo”. Sin embargo, asegura que desde el verano ha entrado en la fase de asimilación y lo lleva bastante mejor. 

Pero, ¿qué pasa cuando te incorporas a una empresa y a los pocos días te mandan a teletrabajar porque hay una pandemia mundial? Es el caso de la UX/UI Designer, Georgina Guidacci: “Durante el último año había trabajado de manera freelance, por lo tanto ya trabajaba desde casa. Decidí cambiar un poco de aire y sumarme a una empresa para estar un poco en contacto con más gente y, de pronto, ¡pandemia!”, así que tuvo que recuperar su antiguo lugar de trabajo en casa para seguir adelante.

Todos los trabajadores desde casa, ya más instalados, han podido adaptarse en mayor medida al nuevo puesto de trabajo. Incluso en este periodo se han incorporado personas a la empresa, como Clara Garnes, Content y Comunity Manager Junior de SumaTD:Yo llegué a la empresa cuando el cambio al teletrabajo ya se había hecho y adaptarme a esta nueva dinámica no fue tan difícil”. 

Hay algunas cosas que se echan en falta

Cambiar la oficina por casa ha hecho valorar a los empleados de SumaTD varios aspectos que antes se daban por descontado. 

Uno de los que más destacan es el componente social: “El teletrabajo nunca va a poder sustituir el café de las mañanas con mis compañeras o los ansiados ‘jueves de japo’ con ellas”, asegura Anna Esteve, en la misma línea que Clara Garnes: “Trabajar en la oficina es algo que echo de menos. Girarme para comentar algo con un compañero en lugar de utilizar Hangouts o Meet es un placer, al igual que la cerveza que nos tomábamos en el bar de siempre al acabar de trabajar”.

La tecnología, en estos casos, ayuda a llenar esos vacíos, tal como indica Cèlia Cassolà, Content Editor de SumaTD: “Lo que más echo de menos de la oficina son mis compañeras de equipo, pero por suerte hablamos cada día y nos llamamos a menudo, así que la distancia no es tanta”.

Este aspecto social es uno de los que más echa en falta Georgina Guidacci, que propone una solución: “Quizás lo ideal para mi sería ir una vez a la semana a la oficina para poder compartir mejor ideas, hacer brainstormings grupales, sacarnos dudas y por qué no unas cañas después de trabajar”. Ana Otero, asesora contable, fiscal y mercantil de la empresa, también destaca como aspecto negativo del teletrabajo que se pierde el contacto con los compañeros: “Al final se deterioran las relaciones personales y, en mi caso, acabo trabajando más en casa que en la oficina”. 

Tras las primeras semanas de confinamiento, una vez terminó el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, SumaTD empezó a transformarse pasando de ser una oficina al uso a convertirse en un espacio de coworking. La disposición de las mesas cambió para que se respetara la distancia de seguridad, y el aforo pasó a tener un máximo de 8 personas. Así, quien quiera ir a trabajar a la oficina, deberá reservar su puesto previamente para evitar superar ese número. 

Ya son varios los empleados que usan este sistema, como Andreea Salajan, asesora laboral de la empresa. Salajan destaca que, al principio, trabajar desde casa fue muy divertido pero que después le empezó a agobiar: “Prefiero trabajar en la oficina, me concentro mucho mejor y así me relaciono con la gente. Con el teletrabajo no consigo desconectar, estoy casi todo el día pendiente de las cosas y un 99% conectada”. Por eso ha decidido acudir presencialmente a trabajar algunos días, un cambio que le ha aportado beneficios sobre todo en cuanto a comunicación con los clientes. 

Al final se trata de que cada trabajador encuentre aquello que le haga estar más cómodo con la situación. Sara Rius, Content Editor Manager de SumaTD, señala que hay cosas que con el teletrabajo se pierden como, por ejemplo, la interacción social con los compañeros, “pero, si tengo que ponerlo en una balanza, me compensa más teletrabajar. Además, considero que para no haberlo hecho con anterioridad nos hemos organizado muy bien en equipo y creo que hemos ganado agilidad y, a mi parecer, la faena sale más rápido”.

Pero la nota media es positiva

Rius forma parte de los verdaderos entusiastas del teletrabajo y le ve muchas ventajas: “¡No lo cambiaría por nada! He ganado 3 horas al día de tiempo en mi vida, mi compañero de trabajo ahora es mi perro Carlo, puedo poner la música a todo volumen…”.

Cèlia Cassolà es otra entusiasta de esta modalidad de trabajo e incluso se atreve a dar algún tip de moda: “Lo que sí que hago es teletrabajar en chándal. Eso es una maravilla que, de momento, no estoy dispuesta a cambiar (a no ser que tenga una reunión con videollamada)”.

Celeste Barreto, Content Editor de SumaTD, también le ve ventajas a eso de trabajar desde casa y las enumera: “La posibilidad de no levantarme tan temprano, desayunar en casa y evitar el transporte público. De hecho, el tiempo que antes gastaba en trasladarme lo he ganado para hacer otras cosas como, por ejemplo, más deporte. También es una ventaja no tener que preocuparme por la ropa que me voy a poner cada día y poder cocinar en casa, por lo que gasto menos dinero en comida”.

Siguiendo este último aspecto que destacaba Barreto, el teletrabajo también ha servido para despertar nuevas aficiones, como la pasión por la cocina recién descubierta por Sara Rius. Trabajar en casa permite comer alimentos recién preparados y no tener que hacer previsión la noche anterior: “Con el teletrabajo te concentras  más, te quitas el desplazamiento pero sobre todo evitas hacer el terrible tupper con las sobras de la cena”, apunta Ana Otero

Otro de los aspectos que más valoran los trabajadores del teletrabajo es la posibilidad de elegir el lugar en el que desempeñar sus tareas. Sara Rius confiesa que cuando hace buen tiempo, trabaja desde la terraza y Clara Garnes valora poder cambiar de ambiente: “me siento en el escritorio, me mudo a la cama donde construyo un sofá con almohadas, las mañanas soleadas saco el portátil y el café al balcón, en invierno migraré al salón para aprovechar el sol y la calefacción… Aunque también doy gracias por no tener que coger el metro cada día”. 

Sin duda, el teletrabajo es una solución que ha llegado de manera precipitada pero a la que los empleados y la empresa le han sacado partido. Y tú, ¿eres partidario/a del teletrabajo? ¿Se ha implantado en tu empresa? Déjanos tu opinión en los comentarios. ¡Os leemos!

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Merche Arroyes |

Content Editor